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viernes, 6 de mayo de 2011

AlCoHoL

A
LCOHOL: El alcohol es uno de los componentes líquidos de las denominadas bebidas alcohólicas. Hay multitud de alcoholes, pero el más importante es el etanol o alcohol etílico, que procede de la fermentación anaeróbica de líquidos azucarados, tales como el mosto de la uva.
Cuando se toma una bebida alcohólica, el alcohol en ella contenido es absorbido por el flujo sanguíneo y se distribuye por los tejidos produciendo una serie de efectos y poniéndose en marcha de forma simultánea su destrucción y eliminación del organismo.

Nada más ingerirse una bebida alcohólica comienza su difusión a través de las paredes del estómago y sobre todo del intestino delgado, pasando a la sangre y siendo distribuida por los tejidos, cerebro incluido. A los pocos minutos de ingerir una bebida alcohólica ya se puede detectar la presencia del alcohol en la sangre.
La velocidad de los procesos de absorción y de distribución depende de diversos factores, unos relacionados con la situación del estómago en el momento de la ingesta, otros con las características de la bebida y otros con características personales del sujeto. Si se bebe con el estómago vacío, la absorción será más rápida que si se bebe teniendo el estómago lleno. Si se bebe con la comida, especialmente con una comida copiosa, la absorción se hará de forma más lenta.

Cuando el alcohol se incorpora a la corriente sanguínea es transportado por ella y distribuido por todos los líquidos y tejidos del organismo. La cantidad de alcohol que reciben los tejidos depende de su proporción de agua. A mayor proporción de agua, mayor capacidad de absorción de alcohol. El tejido muscular contiene una proporción de agua cuatro veces mayor que el tejido graso, por lo que, a igual cantidad de alcohol ingerida, los individuos más musculosos mostrarán un nivel de alcoholemia menor.

Las mujeres, por su constitución, tienen normalmente una proporción de tejido graso mayor y una proporción de tejido muscular menor que los varones, por lo que, a igual peso, el volumen total donde se va a repartir el alcohol ingerido será menor en las mujeres que en los varones y su nivel de alcoholemia será, por tanto, más alto.
El alcohol ingerido no puede ser almacenado como otros nutrientes, por lo que debe ser eliminado del organismo, proceso que se realiza fundamentalmente por medio de la metabolización. Este proceso se realiza en el hígado gracias a una enzima, el alcohol-deshidrogenasa, que lo transforma en acetaldehído. Entonces entra en acción la enzima aldehído-deshidrogenasa que convierte el acetaldehído en ácido acético, que se descompone finalmente en dióxido de carbono y agua. Estos elementos son fácilmente eliminados del organismo.
Una parte mínima del alcohol ingerido (en torno al 5%) se elimina sin metabolizar a través de los líquidos corporales: orina, sudor, aliento, saliva, lágrimas y leche.  El conocimiento de que una parte del alcohol ingerido se elimina mediante la leche desaconseja totalmente el consumo de bebidas alcohólicas durante la lactancia, pues el bebé estará ingiriendo alcohol con la leche materna. Cuando se ha bebido en exceso, se ponen en marcha otras dos vías suplementarias de oxidación del alcohol etílico, la xantina-oxidasa-catalasa y el sistema microsomial enzimático, aunque con un elevado coste para el organismo: la primera, por hacerse a costa de la destrucción de ácidos nucleicos y proteínas, y la segunda, por llevar a la aparición de la dependencia.
La velocidad con la que el alcohol desaparece del organismo varía de unas
personas a otras, pero se estima que la cantidad de alcohol metabolizada se sitúa en torno a los 100 mg por kilo de peso y hora. Una persona de 75 kilos de peso metabolizaría unos 7,5 g de alcohol a la hora, mientras que otra persona de 50 kilos sólo podría metabolizar unos 5 g de alcohol por hora. Sabiendo qué cantidad de alcohol ha consumido en una comida o en una noche de juerga, puede uno calcular, por tanto, el tiempo necesario para eliminar totalmente el alcohol de su cuerpo.

EFECTOS DEL CONSUMO DE ALCOHOL
El efecto de una bebida alcohólica sobre el organismo depende de varios
factores: graduación de la bebida, cantidad ingerida, ocasión en que se consume (en la comida o fuera de ellas), lugar en que se consume, mayor o menor tolerancia del individuo al alcohol, estado de salud, consumo simultáneo o reciente de fármacos, circunstancias psicológicas (expectativas, estado de ánimo).

El consumo de alcohol no depende tanto del sabor de las bebidas cuanto de los efectos psicológicos positivos que se le atribuyen. Los jóvenes beben hoy día porque así se sienten más capacitados para relacionarse con los iguales; se ven más simpáticos, más comunicativos, más graciosos y más atractivos. Las tensiones de la vida diaria tienden a desaparecer, las dificultades se tornan más pequeñas y superables.
Pero, en realidad, el alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso
Central, es decir, que hace disminuir la actividad cerebral. Como consecuencia, disminuye y hace más lentos los reflejos, adormece la actividad de las neuronas del cerebro, especialmente las de los lóbulos frontales, que es desde donde se rige el comportamiento típicamente humano: la reflexión, las normas de conducta y de relación social. Al mismo tiempo, el consumo de alcohol activa la zona implicada en las respuestas emocionales o, al menos, disminuye el control que sobre ella ejercen los lóbulos frontales. Es lo que se conoce como la desinhibición que produce el consumo de alcohol, cuyo efecto es dar más juego a las emociones que pasan a tener una mayor influencia sobre el comportamiento de los individuos.

Así se explica que bajo los efectos del alcohol la gente se muestre más locuaz, más confiada en sus habilidades, menos preocupada de la imagen que pueda dar ante los demás, pero también más celosa, más alegre o más triste, más predispuesta a las “broncas” y pendenciera.

Pero no terminan ahí los efectos del consumo del alcohol. Todos ellos son
efectos inmediatos y en gran parte de ellos puede encontrarse una vertiente positiva. Pero merece la pena detenerse un momento sobre los efectos negativos del consumo de alcohol:

1. Afecta a la capacidad para conducir. Ciertas habilidades necesarias para conducir un automóvil respondiendo a las situaciones que puede plantear el tráfico pueden comenzar a verse afectadas con una concentración de alcohol en sangre de tan sólo 0,02%. De todos modos, se considera que con una alcoholemia de 0,04 g/l el individuo sigue funcionando de manera normal, pero que, a partir de 0,05 g/l, se producen alteraciones en la memoria y atención, se liberan las emociones, se puede producir una sensación de euforia y confianza excesiva en las propias habilidades con el resultado de una conducción temeraria. De hecho, muchos de los accidentes de circulación están relacionados con el consumo de alcohol, si no provocados por él.
2. Interacción con los medicamentos. El alcohol interactúa con muchos medicamentos, normalmente de forma negativa, en concreto con los antihistamínicos, con lo cual se potenciará la somnolencia, lo que hará más peligrosa la conducción o el manejo de máquinas.

3. Problemas de relación. Cuanto más se bebe, más aumenta la probabilidad de tener problemas en el hogar, en el trabajo, con los amigos e incluso con desconocidos. Estos problemas pueden consistir en:

· Discusiones con el cónyuge y otros miembros de la familia, alejamiento afectivo.
· Tensiones en la relación con los compañeros de trabajo
· Absentismo laboral y retrasos en el trabajo
· Pérdida del trabajo por disminución de la productividad o falta de cumplimiento.
· Llevar a cabo actos violentos (maltratos físicos, violaciones) o ser víctima de violencia.

4. Defectos congénitos en los recién nacidos. El consumo de alcohol durante el embarazo puede ocasionar una serie de defectos congénitos. El más serio de ellos es el síndrome de alcoholismo fetal, que se manifiesta en forma de anormalidades físicas, discapacidad mental y problemas de conducta.

5. Problemas de salud a largo plazo. Hay una serie de enfermedades que se
van desarrollando en el bebedor poco a poco y sólo se evidencian después de consumir alcohol en grandes cantidades durante un tiempo prolongado.
Como el alcohol afecta a varios órganos del cuerpo, los problemas de salud
que puede provocar son diversos.

· Enfermedad hepática. Algunas personas generan hepatitis o inflamación de hígado, cuyos síntomas son fiebre, ictericia y dolor abdominal. Puede ocasionar la muerte si la persona afectada sigue tomando alcohol. Si se deja de tomar, puede ser reversible. Entre el 10 y el 20% de las personas que consumen altas cantidades de alcohol sufren de cirrosis. También puede provocar la muerte si se continúa consumiendo alcohol. Se trata de una enfermedad no reversible, pero, si se deja de consumir alcohol, las probabilidades de supervivencia aumentan considerablemente. Las personas cirróticas, cuando dejan de tomar alcohol, se sienten mejor e incluso puede mejorar el funcionamiento de su hígado.

· Enfermedad cardíaca. Aunque tomar alcohol de forma moderada pueda
tener efectos beneficiosos para el corazón en aquellos grupos con mayor riesgo de padecer ataques cardíacos, el consumo de alcohol en grandes cantidades durante un período prolongado de tiempo incrementa el riesgo
de presión arterial alta, de enfermedad cardíaca y de algunos tipos de accidentes cerebrovasculares.

· Cáncer. El consumo excesivo de alcohol durante un periodo prolongado de tiempo aumenta el riesgo de desarrollar ciertas formas de cáncer, especialmente cáncer de esófago, boca, garganta y cuerdas vocales. Las mujeres que beben dos o más bebidas diarias tienen un riego ligeramente más alto de desarrollar cáncer de mama. La bebida puede aumentar también el riesgo de cáncer de colon y recto.

· Pancreatitis. El páncreas, con la producción de insulina, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Desempeña también una función en la digestión de los alimentos. El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede producir inflamación del páncreas, que se manifiesta a través de fuerte dolor abdominal y pérdida de peso, pudiendo llegar a provocar la muerte.


Referencia: Grupo CTO, Manual CTO de Psiquiatría, sexta edición, España, 2008, paginas 32-33

1 comentario:

  1. super como se explican los procesos del alcohol de esa manera se conocen los efectos perjudiciales de una forma mas cientifica

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